lunes, 2 de febrero de 2009

Lo que no se escribe en papel



Todos hemos sido testigos del poder que tiene una hoja de papel en blanco. Capaz de soportar el rigor más tempestuoso del alma. Bañada de miles de experiencias; testiga de los mundos lejanos que se construyen y destruyen; resguardo de secretos, de confidencias, de pactos y fiel testigo del devenir del hombre mismo. Aquí descansa la voz de los sin voz, las lágrimas del descorazonado, la inocencia del ingenuo, la furia del que protesta.

Muchos no han comprendido que no todo fue hecho para escribirse en un papel. Los que intentamos escribir, llenamos hojas, cuadernos, servilletas, papeles desechados, cualquier superficie en la cual resguardar lo que la vida nos permitió extraer de dentro de nosotros. El papel se vuelve nuestro espejo.

Y a pesar de esto. Hay muchas cosas que no se escriben en papel. Podrá escribirse la emoción de un encuentro, la nostalgia de una partida, la reflexión de un dilema... la magía de un beso primero...

Por fortuna (o desafortunadamente, eso queda a juicio personal) aquello primero que desencadena la necesidad de plasmar la experiencia a un trozo de página se queda fuera, porque no está en el plano de la tangibilidad, ni siquiera en la misma habitación de la materialización conceptual... no... queda dentro de uno.

el lector es capaz de comparar e identificarse con lo que lee, pero quizá no pueda llegar al mismo nivel de mimetización de quie inicialmente lo inspiró...

Si eso llega a ocurrir, las palabras empiezan a faltar, no son capaces de contener lo que el alma lleva...

Así me he sentido los últimos días, incluso, las últimas 4 o 5 semanas pasadas... Existen muchas cosas que no se escriben en papel. Queriendo hacerlo me topo con una barrera infranqueable que está allí, invisible a mi letra y que mi propio interior no logra transformar en palabras...

Sólo puedo decir que hay dos sintonías afines capaces de comprender lo que llevo dentro en estos momentos... y así entre estas palabras, puedo expresar lo que no se escribe en papel... sabiendo que al final de este pequeño espacio... volverán a latir de nuevo al unísono...

Un espacio dedicado a las palabras que no se dicen, a las palabras que nunca serán capaces de expresar intrínsecamente la magia de lo que llevamos dentro desde ese tiempo, desde más tiempo atrás incluso...

Electricidad, sensibilidad, todo lo que refleje una carga, una energía... acumulados, desencadenados, intensidad y sabiduría, anhelo, esperanza, deseo y comprensión...

IP... no logro escribir en papel más que sombras de la luz que se creó...
TAM...
poetavampiro...
u r right here...

1 comentario:

patika dijo...

Atinadamente cierto!

Durane toda mi vida las palabras han sido un medio de desahogo y hoy por hoy hay cosas que la palabra hablada o escrita no alcanza a contener.

Me lees el pensamiento poetavampiro...

Besos 50