sólo ojos de mujer para reconfortarnos,
sólo cuerpos desnudos,
territorios en que no se cansa el hombre.
Si no es posible dedicarse a Dios
en la época del crecimiento,
¿qué darle al corazón afligido
sino el círculo de muerte necesaria
que es la mujer?
Estamos en el sexo, belleza pura,
corazón solo y limpio.
Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo,
tú lo tienes.
El puño de mi corazón está golpeando, llamando.
Te agradezco a los cuentos,
doy gracias a tu madre y a tu padre,
y a la muerte que no te ha visto.
Te agradezco al aire.
Eres esbelta como el trigo,
frágil como la línea de tu cuerpo.
Nunca he amado a una mujer delgada
pero tú has enamorado mis manos,
ataste mi deseo,
cogiste mis ojos como dos peces.
Por eso estoy a tu puerta, esperando.
Dos poemas que me recuedan las promesas, anhelos e ilusiones que el género femenino ha puesto en los pensamientos de los hombres. Madre, hija, esposa, hermana, amiga, estrella... Todas las mujeres reflejan la luz divina que Dios ha puesto en compañía de nuestros sentires.
Quiero festejarlas en el día en que les dedicamos un recuerdo especial. Mujer naciste para ser feliz. Mujer dichosa y elegante, delicada como una flor, fuerte como un diamante. Sin ti ya este mundo pierde la mitad de su propósito. Mujer que has bañado la naturaleza con tu belleza, redefines cada instante la magia de esta vida.
Quisiera poder dedicarles tambièn algunos versos... decirles sin palabras lo que ha provocado su presencia en mi vida. Contarles la vida entera y regalarles constelaciones de estrellas.
Ahh mujer que te elevas sobre mis pensamientos, que te incrustas en mi pensamiento y que mimetizas tu esencia en el aire que respiro. Sin ti yo ya no soy. A ti mujer de mi silencio, a ti mujer que me atrevo a llamar por su nombre, a ti que naciste mujer, a ti que naciste bendita entre las criaturas de Dios, a ti por quien el corazón late, por quien se me va el sueño, por el quien vuelvo a sentir, a reír, a vivir...
TE AMO MUJER... Género vivo, género sensorial, género bello...
Quién fuera Neruda para pintarte con palabras y quién fuera Picasso para escribirte entrazos de inimaginables virtudes... Sabines hablò por mì esta noche... sin embargo no quiero irme sin al menos dejar una palabra mía...
Cuando me mires a los ojos, y sientas que ya no puedo decirte nada más... no es porque se me hayan secado las palabras.. sino que ya nuestro lenguaje no será suficiente para decir lo que el corazón siente.
